La trayectoria de Sharon Stone se caracteriza por sus reiteradas interpretaciones de personajes seductores, destacando su papel en 1992 en la película Basic Instinct (Instinto Básico en España, Bajos Instintos en Hispanoamérica), del director Paul Verhoeven. Su personaje, lleno de sexualidad y matices la convirtió en una de las mujeres más deseadas de Hollywood, y la catapultó a la fama a nivel internacional. Su personaje, Catherine Tramell, encarna a una misteriosa mujer que despierta tanto el interés como la sospecha de un policía (interpretado por Michael Douglas) que investiga un caso de asesinato. Gracias a este papel, la actriz consiguió una nominación como mejor actriz a los Globos de Oro. La famosa escena del cruce de piernas durante el interrogatorio en la comisaría forma parte de la historia del cine, y desde entonces, Sharon Stone ha sido considerada un mito erótico.