Henri Vidal (26 de noviembre de 1919 – 10 de diciembre de 1959) fue un actor cinematográfico de nacionalidad francesa.
Nacido en Clermont-Ferrand, Francia, su nombre completo era Henri Lucien Raymond Vidal. Gracias a su atractivo físico, fue elegido « Apolo del año 1939 ». Descubierto por Édith Piaf, debutó en el cine con ella en el film Montmartre-sur-Seine (1941). Tras algunos papeles menores, el actor fue revalorizado por el cineasta René Clément, que lo dirigió en el film Les Maudits en 1947.
Vidal se casó en mayo de 1943 con la actriz Michèle Cordoue, aunque la pareja se divorció en julio de 1946. En 1950 se casó con Michèle Morgan, a la que conoció durante el rodaje de Fabiola, de Alessandro Blasetti (1949). A partir de entonces encadenó varias películas que le dieron el éxito, destacando de entre las mismas La Belle que voilà (de Jean-Paul Le Chanois, 1950) y L'Étrange Madame X (de Jean Gremillon, 1951). Trabajando como actor dramático, participó en La Jeune Folle (de Yves Allégret, 1952) y en Les salauds vont en enfer (de Robert Hossein, 1955).