Florinda Bolkan (seudónimo de Florinda Soares Bulcão) es una actriz brasileña nacida en Uruburetama, Ceará, el 15 de febrero de 1941.
Ha ganado el David de Donatello para la mejor actriz protagonista tanto por Anónimo veneziano (1973) como por Queridos progenitores, ambas dirigidas por Enrico Maria Salerno.
Huérfana a un año apenas de su padre José Pedro, diputado, y sobrino de un religioso, comienza a trabajar como azafata en la compañía aérea brasileña Varig, aprendiendo a hablar en italiano, francés e inglés. En uno de sus numerosos desplazamientos por trabajo, en 1968 es descubierta por la condesa Marina Cicogna, una productora cinematográfica que la introduce en el mundo del jet-set llevándola consigo de vacaciones a Ischia. Luchino Visconti, primo de la condesa y también en Ischia de vacaciones, le toma una prueba y decide hacerle actuar un pequeño rol en su película entonces en elaboración, La caída de los dioses. Antes de esta experiencia aparece en roles menores en Candy y su loco mundo de Christian Marquand, en el cual actúa junto al Beatle Ringo Starr, Los intocables de Giuliano Montaldo y en Una chica bastante complicada de Damiano Damiani.