El 6 de agosto de 2011 la ciudad de Londres se vio sacudida por violentas manifestaciones llevadas a cabo con destrozos e incendios en la ciudad, comenzando en el barrio londinense de Tottenham las protestas. La revuelta tiene su origen en la muerte de Mark Duggan, de 29 años, raza negra y padre de cuatro hijos ocurrida el jueves 4 de agosto, abordado por agentes de policía cuando viajaba en un taxi en el transcurso de una operación contra el tráfico de armas en la comunidad negra del norte de la ciudad. Lo ocurrido está siendo investigado por la Comisión Independiente de Quejas de la Policía (IPCC), pero se cree que Duggan podría haber abierto fuego al menos contra un policía, que salió ileso porque la bala se quedó alojada en la pequeña radio que llevaba enganchada en el uniforme, una versión que no ha sido confirmada oficialmente.Debido a dichas manifestaciones violentas que se extendieron fuera de Londres a ciudades como Birmingham, Liverpool, Manchester y Nottingham, el primer Ministro David Cameron debió regresar de sus vacaciones y declaró que no permitirá que «una cultura del miedo» prevalezca en el Reino Unido. Además Cameron reclamó que existe una «falta de educación adecuada», tanto por parte de los padres como del sistema escolar y una «falta de ética y moral», que «tenemos que cambiar». Con respecto a los provocadores de los disturbios prometió «mano dura» contra aquellos que provocaron dichos desmanes en Inglaterra.